El destacado experto en hepatología, Dr. Scott Friedman, MD, explica cómo la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA, o NASH por sus siglas en inglés) se diferencia de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA, o NAFLD por sus siglas en inglés). Detalla los factores clave que impulsan la progresión desde la esteatosis hepática simple hasta la EHNA más grave. El Dr. Scott Friedman, MD, analiza el papel crucial de la inflamación, el daño celular y la fibrosis. También destaca factores de riesgo importantes como la diabetes y la genética.
Comprender la NASH: Progresión de la enfermedad del hígado graso a la cicatrización hepática avanzada
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- NASH vs EHGNA: Diferencias clave en la enfermedad hepática
- ¿Qué impulsa la progresión de la EHGNA a la NASH?
- La diabetes como factor de riesgo principal para la NASH
- Factores genéticos en el desarrollo de la NASH
- Importancia de los antecedentes familiares en el diagnóstico de la NASH
- Implicaciones clínicas para el tratamiento del paciente
- Transcripción completa
NASH vs EHGNA: Diferencias clave en la enfermedad hepática
La esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés) representa una progresión significativa respecto a la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA). El Dr. Scott Friedman, MD, aclara que la EHGNA es un término paraguas. La mayoría de los pacientes bajo este paraguas presentan una simple acumulación de grasa en el hígado, una afección que a veces se denomina hígado graso no alcohólico (HGNA).
La NASH se define por un cuadro patológico más complejo. Implica no solo grasa, sino también inflamación hepática, daño a los hepatocitos (células del hígado) y el desarrollo inicial de cicatrización (fibrosis). Esta tríada de inflamación, daño y fibrosis distingue a la NASH de la esteatosis simple más benigna. El Dr. Anton Titov, MD, en su entrevista con el Dr. Friedman, buscó comprender esta distinción crucial en la gravedad de la enfermedad hepática.
¿Qué impulsa la progresión de la EHGNA a la NASH?
Los mecanismos que impulsan la progresión de la EHGNA simple a la NASH siguen siendo una cuestión central en hepatología. El Dr. Scott Friedman, MD, señala que, aunque la mayoría de los pacientes con grasa hepática no progresan, un subgrupo preocupante sí lo hace. Esta progresión aumenta el riesgo de complicaciones hepáticas graves, incluyendo cirrosis y cáncer de hígado.
La transición no se comprende completamente, pero representa un cambio de un estado relativamente inerte de almacenamiento de grasa a un estado activo de daño de las células hepáticas. Identificar los desencadenantes de este cambio es un enfoque principal de la investigación actual. El Dr. Scott Friedman, MD, enfatiza que descubrir estos impulsores es esencial para desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento.
La diabetes como factor de riesgo principal para la NASH
La diabetes mellitus tipo 2 es un factor de riesgo bien establecido y potente para el desarrollo de NASH. La disfunción metabólica asociada con la diabetes, particularmente la resistencia a la insulina, crea un ambiente propicio para la inflamación y el daño hepático. Los niveles altos de azúcar en sangre y de insulina pueden promover la acumulación de grasa y el estrés oxidativo dentro de las células hepáticas.
El Dr. Scott Friedman, MD, identifica explícitamente a la diabetes como una de las claves principales que explican por qué algunos pacientes progresan. La interacción entre la salud metabólica y la salud hepática es profunda. Por lo tanto, el manejo efectivo de la diabetes es un componente crucial del tratamiento de la EHGNA y potencialmente para prevenir su progresión a NASH.
Factores genéticos en el desarrollo de la NASH
Las investigaciones emergentes destacan el papel importante de la genética en la susceptibilidad a la NASH. El Dr. Scott Friedman, MD, discute una lista creciente de genes identificados asociados con la enfermedad. Estos no son típicamente trastornos de un solo gen, sino que involucran múltiples genes, cada uno con pequeños efectos.
Polimorfismos de nucleótido único (SNP, por sus siglas en inglés) específicos, que son cambios de un solo par de bases en el ADN, pueden influir colectivamente en el riesgo. Estas variantes genéticas pueden aumentar o disminuir la probabilidad de que un individuo progrese de hígado graso simple a NASH. Aunque no son la única causa, la genética contribuye significativamente al perfil de riesgo general de un paciente para enfermedad hepática avanzada.
Importancia de los antecedentes familiares en el diagnóstico de la NASH
Los antecedentes familiares de un paciente sirven como una pista clínica crítica para los médicos que evalúan la EHGNA. El Dr. Scott Friedman, MD, afirma que un historial de NASH en un padre o hermano aumenta considerablemente su índice de sospecha. Este patrón familiar es un sustituto de factores de riesgo genéticos compartidos.
Más allá de la genética, los antecedentes familiares también capturan influencias ambientales compartidas. Estas incluyen hábitos dietéticos comunes, composición del microbioma intestinal y factores de estilo de vida dentro de un hogar. Cuando un paciente revela antecedentes familiares positivos, señala una mayor probabilidad de que su propia afección hepática pueda ser la NASH más avanzada, lo que justifica una investigación y monitorización más exhaustivas.
Implicaciones clínicas para el tratamiento del paciente
La distinción entre EHGNA y NASH tiene consecuencias directas para la atención del paciente. Identificar a los pacientes con NASH es vital porque son los que tienen mayor riesgo de fibrosis hepática progresiva, cirrosis y enfermedad hepática en etapa terminal. Esto requiere un enfoque de tratamiento más agresivo centrado en detener la progresión de la enfermedad.
Las ideas del Dr. Scott Friedman, MD, guían a los clínicos a mirar más allá de la presencia de grasa. La búsqueda de signos de inflamación y cicatrización temprana es primordial. Comprender los impulsores de riesgo como la diabetes y la genética permite una estratificación de riesgo personalizada y estrategias de intervención temprana para mejorar los resultados de salud hepática a largo plazo.
Transcripción completa
Dr. Anton Titov, MD: Entonces, la esteatohepatitis no alcohólica es una progresión de la enfermedad del hígado graso.
Dr. Anton Titov, MD: ¿En qué se diferencia realmente la NASH de la EHGNA?
Dr. Scott Friedman, MD: La NASH confiere o implica que, además de grasa—recuerde, la EHGNA es una especie de término paraguas. La mayoría de los pacientes con EHGNA tienen grasa simple. A veces lo llamamos hígado graso no alcohólico, pero un subgrupo no solo tendrá grasa, sino que también tendrá inflamación, daño a los hepatocitos y el comienzo del desarrollo de cicatrización.
Es el componente de inflamación, daño y cicatrización lo que define la NASH. Es más que solo grasa hepática simple.
Dr. Anton Titov, MD: ¿Qué impulsa la progresión de la EHGNA a la esteatohepatitis no alcohólica, NASH?
Dr. Scott Friedman, MD: Ojalá lo supiéramos. Hay muchas pistas. Por ejemplo, como mencioné, la mayoría de los pacientes con grasa en el hígado no tienen más que grasa. Eso no es motivo de alarma. Ciertamente nos dice que el paciente está en riesgo de enfermedad hepática más avanzada.
Pero, de nuevo, la mayoría de los pacientes no tienen grasa. Y sin embargo, ese subconjunto de pacientes que desarrollan NASH tienen un mayor riesgo de complicaciones. No sabemos por qué algunos pacientes solo tienen grasa hepática y otros progresan a NASH.
Como mencioné, la diabetes es uno de los factores de riesgo. También puede haber factores de riesgo genéticos. No son la causa más dominante de grasa hepática y progresión a NASH.
Pero sí sabemos que hay una lista creciente de genes con cambios de una sola base pareada o en la secuencia de ADN que colectivamente pueden aumentar o disminuir el riesgo de progresión de la enfermedad del hígado graso a NASH.
Ciertamente, los antecedentes familiares—que probablemente son un sustituto de la genética, pero también de un microbioma y dieta compartidos—pueden ser muy importantes. Así que si un paciente me dice que sus padres tuvieron o uno de sus padres o un hermano tuvo NASH, eso aumenta considerablemente mi índice de sospecha de que ellos también puedan tener NASH y no simplemente grasa simple en el hígado.