Comparación de Ocrelizumab y Ofatumumab para la Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente: Una Guía Integral para Pacientes. a46

Can we help?

Este estudio exhaustivo comparó dos tratamientos principales de depleción de linfocitos B para la esclerosis múltiple (EM) recurrente - ocrelizumab (OCR) y ofatumumab (OFA) - en un entorno de práctica clínica real. Los investigadores siguieron a 961 pacientes durante hasta 2,5 años y encontraron que OFA fue igual de eficaz que OCR para prevenir recaídas, la progresión de la discapacidad y nuevas lesiones en la resonancia magnética. Aunque ambos tratamientos mostraron una efectividad global similar, surgieron posibles diferencias en pacientes que cambiaban de determinadas terapias previas, lo que requiere investigación adicional.

Comparación de Ocrelizumab y Ofatumumab en la Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente: Una Guía Integral para Pacientes

Tabla de Contenidos

Introducción: Por qué importa esta investigación

La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica compleja en la que el sistema inmunitario ataca por error la cubierta protectora de las fibras nerviosas. Para los pacientes con formas remitentes-recurrentes de EM (EMRR), las terapias depletoras de células B han revolucionado el tratamiento al dirigirse a células inmunitarias específicas que impulsan la actividad de la enfermedad.

Dos tratamientos líderes en esta categoría son ocrelizumab (OCR) y ofatumumab (OFA), ambos aprobados por agencias reguladoras para la EMRR. Aunque ambos medicamentos actúan dirigiéndose a las proteínas CD20 en las células B, difieren en aspectos importantes. OCR se administra típicamente por vía intravenosa cada seis meses, mientras que OFA se administra por vía subcutánea una vez al mes.

A pesar de que ambos medicamentos han demostrado eficacia en ensayos clínicos, hasta ahora ningún estudio en condiciones reales había comparado directamente su efectividad. Esta laguna de investigación dejaba a pacientes y médicos sin una guía clara sobre si un tratamiento podría ser más efectivo que el otro en la práctica clínica habitual.

Este estudio multicéntrico alemán siguió a 1.138 pacientes en tres centros médicos para proporcionar la primera comparación integral de estos dos importantes tratamientos para la EM en condiciones reales, ofreciendo información valiosa para los pacientes que consideran opciones de tratamiento.

Métodos del estudio: Cómo se realizó la investigación

Los investigadores diseñaron un estudio de cohortes prospectivo, lo que significa que siguieron a los pacientes hacia adelante en el tiempo desde septiembre de 2021 hasta junio de 2024. El estudio se realizó en tres grandes centros médicos terciarios en Alemania: Duesseldorf, Essen y Giessen.

El estudio incluyó pacientes adultos con esclerosis múltiple remitente-recurrente que cumplían los criterios diagnósticos revisados de McDonald de 2017. Todos los participantes eran elegibles para el tratamiento con OCR u OFA según las guías médicas estándar. Es importante destacar que la elección entre tratamientos se realizó mediante una decisión compartida entre pacientes y sus médicos antes de la inclusión en el estudio.

Se aplicaron varios criterios de exclusión para garantizar una comparación limpia:

  • Tratamiento previo con cualquier terapia depletora de células B
  • Tratamiento previo con alemtuzumab o cladribina
  • Pacientes que cumplían criterios de EM progresiva al inicio del estudio

Los investigadores utilizaron métodos estadísticos sofisticados llamados emparejamiento por puntuación de propensión para crear grupos de comparación equilibrados. Esta técnica ayudó a garantizar que los pacientes que recibían OCR y OFA fueran similares en términos de edad, duración de la enfermedad, tasa previa de brotes, nivel de discapacidad y otros factores importantes que podrían influir en los resultados.

El análisis final incluyó 544 pacientes que recibían OCR y 417 pacientes que recibían OFA después del emparejamiento, totalizando 961 pacientes. Estos pacientes fueron seguidos durante un total acumulado de 18.873 meses-paciente (aproximadamente 1.573 años-paciente), proporcionando datos sustanciales para el análisis.

Los resultados medidos incluyeron:

  1. Brotes clínicos (definidos como empeoramiento de síntomas neurológicos que duran al menos 24 horas)
  2. Nuevas lesiones o lesiones que aumentan de tamaño en la resonancia magnética (lesiones hiperintensas en T2)
  3. Empeoramiento confirmado de la discapacidad a los 6 meses (ECD)
  4. Progresión independiente de la actividad de brotes (PIB)
  5. Empeoramiento asociado a brotes (EAB)

Las resonancias magnéticas se realizaron según protocolos internacionales estandarizados y fueron evaluadas por neurorradiólogos experimentados que desconocían qué tratamiento recibían los pacientes.

Hallazgos principales: Resultados detallados con todas las cifras

Los grupos de pacientes emparejados estaban bien equilibrados, con una edad media de 35,4 años y una duración relativamente corta de la enfermedad de 44,9 meses desde el inicio de la EM. La cohorte era predominantemente femenina (67,1% en el grupo OCR, 69,5% en el grupo OFA), reflejando la distribución típica por sexo en la EM.

Los pacientes tenían enfermedad activa antes de iniciar el tratamiento, con una media de 0,76 brotes por año en el grupo OCR y 0,92 brotes por año en el grupo OFA en el año previo al tratamiento. La resonancia magnética basal mostró una media de 19,2 lesiones T2 en pacientes OCR y 19,1 lesiones en pacientes OFA.

En cuanto a tratamientos previos:

  • 30,9% de los pacientes OCR y 35,3% de los pacientes OFA no habían recibido tratamiento previo
  • 24,4% de los pacientes OCR y 15,1% de los pacientes OFA habían tomado previamente natalizumab
  • 16,9% de los pacientes OCR y 17,5% de los pacientes OFA habían tomado moduladores de receptores S1P
  • El resto había tomado diversas terapias de plataforma

Resultados en brotes: Durante el período de estudio, 168 pacientes experimentaron brotes clínicos: 101 pacientes (18,6%) en el grupo OCR y 67 pacientes (16,1%) en el grupo OFA. La tasa anualizada de brotes disminuyó drásticamente de 0,76 a 0,11 en la cohorte general, mostrando que ambos tratamientos fueron altamente efectivos para reducir la actividad de brotes.

Resultados en resonancia magnética: Los investigadores detectaron 278 lesiones T2 nuevas o que aumentaban de tamaño en 213 pacientes. Específicamente, 126 pacientes OCR (23,2%) desarrollaron 174 lesiones, mientras que 87 pacientes OFA (20,9%) desarrollaron 104 lesiones. Los datos de resonancia magnética fueron muy completos, con un 97,2% de las exploraciones programadas disponibles para el análisis en ambos grupos.

Resultados en discapacidad: Un total de 147 pacientes (15,6%) experimentaron empeoramiento confirmado de la discapacidad. Esto incluyó 93 pacientes OCR (17,1%) y 54 pacientes OFA (12,9%). El empeoramiento de la discapacidad se categorizó como:

  • Empeoramiento asociado a brotes (EAB): 80 pacientes en total (8,4% OCR, 8,2% OFA)
  • Progresión independiente de la actividad de brotes (PIB): 67 pacientes en total (8,6% OCR, 4,8% OFA)

Análisis de no inferioridad: El análisis primario estableció que OFA no fue inferior a OCR en todos los resultados medidos. Utilizando métodos estadísticos que tenían en cuenta un margen de no inferioridad del 15% (lo que significa que OFA podría ser hasta un 15% menos efectivo y aún así considerarse no inferior), los investigadores no encontraron diferencias significativas entre los dos tratamientos.

Análisis de subgrupos: Al examinar a los pacientes según sus tratamientos previos, los investigadores encontraron resultados consistentes para pacientes sin tratamiento previo y aquellos que cambiaban de terapias de plataforma. Sin embargo, surgieron posibles diferencias en pacientes que cambiaban de moduladores de receptores S1P (como fingolimod) o natalizumab, aunque estos hallazgos requieren una validación adicional en estudios más grandes.

Entre los pacientes tratados previamente con MRS1P, el 26,1% de los que cambiaron a OCR y el 17,8% de los que cambiaron a OFA lo hicieron debido a actividad de la enfermedad. El resto cambió debido a eventos adversos que incluían linfopenia (49%), infecciones (35%), reacciones cutáneas (8%), síncope (5%) y aumento de la presión ocular (3%).

Implicaciones clínicas: Qué significa esto para los pacientes

Este estudio proporciona evidencia tranquilizadora de que tanto OCR como OFA son tratamientos altamente efectivos para la esclerosis múltiple remitente-recurrente. El hallazgo de que OFA no es inferior a OCR significa que pacientes y médicos pueden elegir entre estos tratamientos basándose en preferencias individuales y consideraciones prácticas en lugar de preocupaciones sobre la efectividad.

Para los pacientes que prefieren tratamientos menos frecuentes y no les importan las infusiones intravenosas, OCR administrado cada seis meses podría ser preferible. Para aquellos que prefieren la autoadministración en casa y una dosificación más frecuente, OFA subcutáneo mensual podría ser la mejor opción. Ambas opciones proporcionan una protección comparable contra brotes, progresión de la discapacidad y nuevas lesiones en la resonancia magnética.

La reducción drástica en las tasas anualizadas de brotes de aproximadamente 0,84 antes del tratamiento a 0,11 después del tratamiento destaca el potente efecto de las terapias depletoras de células B. Esto se traduce en que la mayoría de los pacientes no experimentan brotes durante el tratamiento, lo que mejora significativamente la calidad de vida y reduce la carga de la enfermedad.

Los resultados similares en pacientes sin tratamiento previo y aquellos que cambian de terapias de plataforma sugieren que tanto OCR como OFA son opciones apropiadas independientemente del historial de tratamiento previo. Esto es particularmente importante para los pacientes que consideran terapia de escalada después de tratamientos menos efectivos.

Las posibles diferencias observadas en pacientes que cambian de moduladores de receptores S1P o natalizumab sugieren que los médicos podrían necesitar considerar el historial individual del paciente al elegir entre estos tratamientos. Sin embargo, estos hallazgos son preliminares y requieren confirmación en estudios futuros.

En general, esta investigación empodera a los pacientes con más opciones y confianza en sus decisiones de tratamiento, sabiendo que ambas opciones proporcionan un excelente control de la enfermedad en entornos reales.

Limitaciones: Lo que el estudio no pudo demostrar

Aunque este estudio proporciona evidencia valiosa en condiciones reales, se deben considerar varias limitaciones al interpretar los resultados. La naturaleza observacional del estudio significa que la asignación del tratamiento no fue aleatoria, aunque los investigadores utilizaron métodos estadísticos avanzados para minimizar esta limitación.

El período de seguimiento, aunque sustancial con hasta 2,5 años, podría no ser lo suficientemente largo para detectar diferencias en resultados a largo plazo o efectos secundarios raros. La esclerosis múltiple es una condición de por vida, y se necesita una observación más prolongada para entender cómo funcionan estos tratamientos durante décadas.

El estudio se realizó en centros terciarios en Alemania, lo que podría limitar la generalización a otros sistemas sanitarios o poblaciones de pacientes. Los patrones de tratamiento, los protocolos de monitorización y las características de los pacientes podrían diferir en otros países o entornos de práctica.

Aunque los investigadores incluyeron varios subgrupos de pacientes según tratamientos previos, los tamaños de muestra para algunos subgrupos (particularmente aquellos que cambiaban de moduladores S1P más nuevos como ozanimod y ponesimod) eran relativamente pequeños. Esto limita la confianza en los hallazgos de subgrupos y destaca la necesidad de estudios más grandes.

El estudio no evaluó exhaustivamente la seguridad y los efectos secundarios, que son consideraciones cruciales para las decisiones de tratamiento. Aunque ambos tratamientos son generalmente bien tolerados, pacientes individuales podrían experimentar diferentes perfiles de efectos secundarios que podrían influir en la elección del tratamiento.

Finalmente, el diseño de no inferioridad puede establecer que OFA no es peor que OCR por un cierto margen, pero no puede probar que los tratamientos sean exactamente equivalentes. Podría haber pequeñas diferencias que este estudio no estaba diseñado para detectar.

Recomendaciones: Consejos prácticos para pacientes

Basándose en esta investigación, los pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente pueden considerar las siguientes recomendaciones al discutir opciones de tratamiento con sus proveedores de atención médica:

  1. Analice ambas opciones con su neurólogo. Tanto el ocrelizumab (OCR) como el ofatumumab (OFA) son tratamientos altamente eficaces, y la elección debe considerar su estilo de vida, preferencias y circunstancias individuales.
  2. Valore las preferencias de administración. Si prefiere tratamientos menos frecuentes y no le importa acudir a la clínica para las infusiones, el OCR podría ser adecuado. Si prefiere la autoadministración domiciliaria y una posología más frecuente, el OFA podría ser preferible.
  3. Revise su historial terapéutico. Aunque ambos tratamientos funcionan bien en la mayoría de pacientes, aquellos que cambian desde moduladores de receptores S1P o natalizumab deben mantener discusiones detalladas con sus médicos sobre las posibles diferencias observadas en este estudio.
  4. Controle su respuesta. Independientemente del tratamiento elegido, el seguimiento regular mediante evaluaciones clínicas y resonancias magnéticas (RM) sigue siendo importante para garantizar la eficacia del tratamiento.
  5. Notifique cualquier efecto adverso. Ambos tratamientos pueden causar efectos secundarios, aunque generalmente son bien tolerados. Comunique cualquier preocupación a su equipo sanitario con prontitud.
  6. Manténgase informado sobre nuevas investigaciones. A medida que surjan más estudios, especialmente datos a más largo plazo y análisis adicionales de subgrupos, las recomendaciones terapéuticas podrían evolucionar. Mantenga una comunicación abierta con su equipo tratante sobre nueva evidencia.

Recuerde que las decisiones terapéuticas deben tomarse mediante una decisión compartida entre usted y su profesional sanitario, considerando toda la evidencia disponible, sus circunstancias individuales y sus preferencias personales.

Información de la fuente

Título del artículo original: Different Treatment Outcomes of Multiple Sclerosis Patients Receiving Ocrelizumab or Ofatumumab

Autores: Sven G. Meuth, Stephanie Wolff, Anna Mück, Alice Willison, Konstanze Kleinschnitz, Saskia Räuber, Marc Pawlitzki, Franz Felix Konen, Thomas Skripuletz, Matthias Grothe, Tobias Ruck, Hagen B. Huttner, Christoph Kleinschnitz, Tobias Bopp, Refik Pul, Bruce A. C. Cree, Hans-Peter Hartung, Kathrin Möllenhoff, Steffen Pfeuffer

Publicación: Annals of Neurology, 2025;97:583–595

DOI: 10.1002/ana.27143

Este artículo de divulgación para pacientes se basa en investigación revisada por pares publicada en una revista médica líder. Su objetivo es hacer accesible la información científica compleja a los pacientes preservando todos los hallazgos y datos importantes del estudio original.