Cuatro años de tratamiento con ofatumumab muestran resultados sólidos en pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente. a47

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Ofatumumab, un medicamento para la esclerosis múltiple (EM) remitente-recurrente, demuestra una fuerte eficacia y seguridad a largo plazo tras cuatro años de tratamiento. Los pacientes que tomaron ofatumumab de forma continua mantuvieron tasas de recaída muy bajas (una recaída cada 20 años), lesiones cerebrales mínimas en las resonancias magnéticas, y casi el 80% no mostró evidencia de actividad de la enfermedad. Cambiar de otro medicamento (teriflunomida) a ofatumumab también redujo significativamente las recaídas, la progresión de la discapacidad y la actividad lesional, sin que se identificaran nuevas preocupaciones de seguridad durante el período de tratamiento extendido.

El tratamiento con ofatumumab durante cuatro años muestra resultados sólidos en pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente

Tabla de contenidos

Introducción: Comprendiendo este estudio de tratamiento a largo plazo para la EM

El ofatumumab es un tratamiento con anticuerpo monoclonal completamente humano que se dirige a células inmunitarias específicas (células B) implicadas en la esclerosis múltiple. Se administra mediante inyección subcutánea con tres dosis iniciales semanales seguidas de dosis de mantenimiento mensuales. La medicación fue aprobada originalmente basándose en dos grandes ensayos clínicos de fase 3 denominados ASCLEPIOS I y II, que demostraron una eficacia superior frente a teriflunomida (otro tratamiento para la EM) durante aproximadamente 2,5 años.

Este análisis actual amplía nuestra comprensión del rendimiento del ofatumumab al examinar datos de hasta 4 años de tratamiento. El estudio combina información de los ensayos originales con datos adicionales de estudios de extensión donde los pacientes continuaron recibiendo ofatumumab. Esta perspectiva a más largo plazo es crucial para pacientes con EM que generalmente requieren tratamiento de por vida, ayudándoles a ellos y a sus médicos a comprender tanto los beneficios mantenidos como el perfil de seguridad a largo plazo de esta medicación.

Diseño del estudio y grupos de pacientes

La investigación analizó datos de 1.882 pacientes con formas remitentes de EM que participaron en los ensayos originales ASCLEPIOS I y II. Estos pacientes fueron seguidos hasta 4 años mediante un estudio de extensión abierto denominado ALITHIOS. El estudio comparó dos grupos principales de pacientes para comprender la importancia del tratamiento temprano versus diferido con ofatumumab.

El grupo de ofatumumab continuo incluyó 946 pacientes que iniciaron ofatumumab al comienzo de los ensayos originales y lo continuaron durante el período de extensión. El grupo de cambio reciente incluyó 936 pacientes que comenzaron con teriflunomida en los ensayos originales y luego cambiaron a ofatumumab en el estudio de extensión. Las características de los pacientes estaban bien equilibradas entre grupos al inicio del estudio, con una edad media de 38 años, aproximadamente 67% de participantes femeninas y puntuaciones medias en la Escala Expandida del Estado de Discapacidad (EDSS) alrededor de 2,9 (indicando discapacidad moderada).

Los investigadores midieron varios desenlaces importantes incluyendo tasas anualizadas de brotes (frecuencia de recaídas), progresión de la discapacidad, actividad de lesiones en resonancia magnética (cambios cerebrales visibles en escáneres), niveles sanguíneos de cadena ligera de neurofilamento (marcador de daño nervioso) y una medida compuesta denominada NEDA-3 (ausencia de evidencia de actividad de la enfermedad en tres parámetros). El análisis de seguridad incluyó 1.969 pacientes que recibieron al menos una dosis de ofatumumab en todas las fases del estudio.

Hallazgos clave: Eficacia del ofatumumab durante 4 años

Los resultados demostraron una eficacia a largo plazo impresionante para ambos grupos de pacientes, con desenlaces particularmente sólidos para aquellos que iniciaron ofatumumab antes en su trayectoria de tratamiento.

Reducción de brotes

Los pacientes tratados continuamente con ofatumumab mantuvieron tasas de brotes excepcionalmente bajas durante todo el período de 4 años. La tasa anualizada de brotes disminuyó de 0,11 brotes por año durante el período del estudio principal a solo 0,05 brotes por año durante el período de extensión: una reducción del 49,4% que se traduce en aproximadamente un brote cada 20 años. Los pacientes que cambiaron de teriflunomida a ofatumumab experimentaron una reducción aún más dramática del 71,7% en las tasas de brotes, de 0,23 a 0,06 brotes por año.

El número acumulado de brotes confirmados fue un 43,4% menor en el grupo de ofatumumab continuo en comparación con el grupo de cambio, demostrando que el inicio temprano proporcionó un mejor control de brotes a largo plazo. Esta diferencia fue estadísticamente muy significativa (p < 0,001), lo que significa que hay menos de un 0,1% de probabilidad de que este resultado ocurriera por azar.

Progresión de la discapacidad

El ofatumumab limitó efectivamente la progresión de la discapacidad durante el período de 4 años. Las tasas acumuladas de empeoramiento confirmado de la discapacidad a 3 meses (ECD-3m) en el mes 48 fueron del 19,1% para el grupo continuo versus 23,1% para el grupo de cambio. Para el empeoramiento confirmado de la discapacidad a 6 meses (ECD-6m), las tasas fueron del 15,8% versus 18,9% respectivamente.

El grupo de ofatumumab continuo experimentó un 17,9% menos de eventos de ECD-3m y un 16,0% menos de eventos de ECD-6m en comparación con el grupo de cambio. Estos resultados sugieren que el inicio temprano del tratamiento ayuda a preservar la función física y la movilidad a largo plazo para pacientes con EM.

Actividad de lesiones en resonancia magnética

Las resonancias magnéticas cerebrales mostraron una supresión notable de la actividad de la enfermedad en ambos grupos. El grupo de ofatumumab continuo mantuvo una supresión casi completa de lesiones T1 realzadas con gadolinio (marcadores de inflamación activa), con tasas que disminuyeron de 0,02 a 0,01 lesiones por escáner entre los períodos principal y de extensión: una reducción del 65%.

Los pacientes que cambiaron de teriflunomida experimentaron una reducción dramática del 97,4% en lesiones T1 realzadas con gadolinio después de iniciar ofatumumab. El grupo continuo mostró un 95% menos de lesiones T1 realzadas con gadolinio acumuladas en comparación con el grupo de cambio. Similarmente, las lesiones T2 nuevas/agrandadas (que indican áreas de actividad de la enfermedad) se redujeron en un 87,9% en el grupo continuo y un 86,6% en el grupo de cambio después de la transición a ofatumumab.

Resultados de biomarcadores sanguíneos

Los niveles de cadena ligera de neurofilamento en suero (sNfL), un marcador sensible de daño nervioso, permanecieron significativamente más bajos con tratamiento continuo con ofatumumab en comparación con teriflunomida durante el período principal (8,03 pg/mL vs 10,25 pg/mL en el mes 12). Los niveles permanecieron bajos durante todo el período de extensión con tratamiento continuo. Los pacientes que cambiaron de teriflunomida a ofatumumab experimentaron reducciones en los niveles de sNfL, aunque permanecieron ligeramente más altos que el grupo continuo durante los primeros 6 meses después del cambio.

Ausencia de evidencia de actividad de la enfermedad (NEDA-3)

La proporción de pacientes que alcanzaron el estado NEDA-3 (sin brotes, sin progresión de discapacidad y sin actividad en resonancia magnética) fue significativamente mayor con el inicio temprano de ofatumumab. Durante el período principal, el 36,7% de los pacientes con ofatumumab continuo mantuvieron NEDA-3 en comparación con el 16,1% de los pacientes con teriflunomida. Durante el período de extensión, estas tasas mejoraron al 78,8% y 51,0% respectivamente.

En general, la probabilidad de mantener NEDA-3 hasta 4 años fue más de tres veces mayor con el inicio temprano de ofatumumab. Los pacientes que alcanzaron el estado NEDA-3 en el primer año de tratamiento tuvieron significativamente más probabilidades de mantener este estado a largo plazo, destacando la importancia del tratamiento eficaz temprano.

Resultados de seguridad: Comprendiendo los efectos adversos del tratamiento

El perfil de seguridad del ofatumumab se mantuvo consistente con informes previos, sin nuevas señales de seguridad identificadas durante el período extendido de observación de 4 años. Entre 1.969 pacientes en el análisis de seguridad, el 86,23% experimentó al menos un evento adverso, con una tasa de incidencia ajustada por exposición de 135,11 por 100 años-paciente.

Los eventos adversos más frecuentemente reportados fueron infecciones e infestaciones, afectando al 58,35% de los pacientes. Sin embargo, las infecciones graves fueron poco comunes, ocurriendo a una tasa de 1,53 por 100 años-paciente. Las infecciones graves más frecuentes incluyeron infecciones por COVID-19 (0,05% de pacientes) y apendicitis (0,7% de pacientes). La mayoría de las infecciones graves (3,7% de pacientes) se resolvieron sin requerir discontinuación del tratamiento.

El monitoreo de los niveles de inmunoglobulinas mostró que los niveles medios de IgG permanecieron estables dentro del rango normal durante todo el tratamiento. Los niveles medios de IgM disminuyeron pero se mantuvieron por encima del límite inferior de normalidad. Muy pocos pacientes requirieron interrupción del tratamiento (0,1% por IgG baja, 9,5% por IgM baja) o discontinuación (0,1% por IgG baja, 3,0% por IgM baja) debido a cambios en las inmunoglobulinas.

Implicaciones clínicas para pacientes con EM

Este análisis de 4 años proporciona evidencia convincente que respalda el uso a largo plazo de ofatumumab para la esclerosis múltiple remitente-recurrente. Los datos demuestran que el ofatumumab mantiene su eficacia durante un período extendido, con pacientes que experimentan:

  • Tasas de brotes muy bajas (aproximadamente un brote cada 20 años con tratamiento continuo)
  • Progresión mínima de la discapacidad (15,8-19,1% de riesgo durante 4 años con tratamiento continuo)
  • Supresión casi completa de nuevas lesiones cerebrales en resonancias magnéticas
  • Altas tasas de ausencia de actividad de la enfermedad (78,8% alcanzando NEDA-3 con tratamiento continuo)

El estudio también proporciona información importante sobre el momento del tratamiento. Los pacientes que iniciaron ofatumumab antes mostraron mejores resultados en todas las medidas en comparación con aquellos que cambiaron de teriflunomida más tarde. Esto respalda la creciente evidencia de que el inicio temprano de terapias de alta eficacia en EM conduce a mejores resultados a largo plazo.

El perfil de seguridad se mantu consistente y manejable durante 4 años, lo que es tranquilizador para pacientes que consideran tratamiento a largo plazo con ofatumumab. La conveniencia de la autoadministración subcutánea mensual en el hogar, combinada con estos sólidos datos de eficacia y seguridad, hace del ofatumumab una valiosa opción de tratamiento para pacientes con EM remitente-recurrente.

Limitaciones y consideraciones del estudio

Aunque este estudio proporciona datos valiosos a largo plazo, se deben considerar varias limitaciones. Como estudio de extensión abierto, tanto pacientes como médicos sabían que estaban recibiendo ofatumumab, lo que podría potencialmente influir en algunas mediciones subjetivas. El estudio comparó el inicio temprano versus diferido de ofatumumab pero no incluyó un grupo control concurrente que recibiera otros tratamientos o placebo durante todo el período de 4 años.

La población de pacientes consistió en participantes de ensayos clínicos que cumplieron criterios de inclusión específicos, lo que puede no representar completamente a todos los pacientes con EM en la práctica clínica. Adicionalmente, el período de seguimiento de 4 años, aunque sustancial, puede no capturar efectos a muy largo plazo que podrían emerger después de décadas de tratamiento.

A pesar de estas limitaciones, el estudio proporciona evidencia robusta que respalda los beneficios a largo plazo del ofatumumab para pacientes con EM remitente-recurrente, particularmente cuando se inicia temprano en el curso de la enfermedad.

Recomendaciones para pacientes

Basándose en estos hallazgos, los pacientes con EM deberían considerar lo siguiente:

  1. Discuta las opciones de tratamiento de alta eficacia de forma temprana - El estudio respalda el inicio precoz de terapias eficaces como ofatumumab para mejorar los resultados a largo plazo.
  2. Comprenda los beneficios del tratamiento continuo - Los pacientes que mantuvieron el tratamiento con ofatumumab mostraron un excelente control de la enfermedad durante más de 4 años.
  3. Vigile la aparición de infecciones - Aunque la mayoría de las infecciones fueron manejables, los pacientes deben ser diligentes en la prevención de infecciones y notificar cualquier signo de forma inmediata.
  4. La monitorización regular es importante - Continúe con las resonancias magnéticas (RM) y las evaluaciones clínicas recomendadas para seguir la efectividad del tratamiento.
  5. Discuta las consideraciones sobre el cambio de tratamiento - Si está considerando cambiar de otra terapia, este estudio muestra que la transición a ofatumumab puede mejorar significativamente el control de la enfermedad.

Los pacientes deben mantener conversaciones detalladas con sus neurólogos sobre si ofatumumab es apropiado para su situación individual, considerando estos resultados de eficacia y seguridad a largo plazo.

Información de la fuente

Título del artículo original: Eficacia y seguridad del tratamiento con ofatumumab durante cuatro años en la esclerosis múltiple remitente-recurrente: La extensión a estudio abierto ALITHIOS

Autores: Stephen L Hauser, Ronald Zielman, Ayan Das Gupta, Jing Xi, Dee Stoneman, Goeril Karlsson, Derrick Robertson, Jeffrey A Cohen, Ludwig Kappos

Publicación: Multiple Sclerosis Journal 2023, Vol. 29(11-12) 1452–1464

DOI: https://doi.org/10.1177/13524585231195346

Este artículo de divulgación para pacientes se basa en investigación revisada por pares publicada en Multiple Sclerosis Journal.