Comparación de las opciones de preservación de la fertilidad para pacientes oncológicas

Comparación de las opciones de preservación de la fertilidad para pacientes oncológicas

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Este análisis exhaustivo compara tres métodos de preservación de la fertilidad para pacientes oncológicos: la vitrificación de ovocitos, la criopreservación de embriones y la criopreservación de tejido ovárico. El estudio halló tasas de éxito similares en embarazo y nacidos vivos entre las tres opciones (25,8-35,3% de tasas de nacidos vivos), observándose tasas de aborto espontáneo significativamente menores con la preservación de tejido ovárico en comparación con la criopreservación de embriones. Estos hallazgos aportan información crucial para que las pacientes oncológicas tomen decisiones difíciles sobre fertilidad antes de someterse a tratamientos que podrían afectar sus opciones futuras de formar una familia.

Comparación de las opciones de preservación de la fertilidad en pacientes oncológicas: vitrificación de ovocitos, criopreservación de embriones y criopreservación de tejido ovárico

Tabla de contenidos

Introducción: Importancia de la preservación de la fertilidad en pacientes oncológicas

La preservación de la fertilidad se ha convertido en un aspecto crucial de la calidad de vida para los supervivientes de cáncer que desean tener hijos. Como los tratamientos oncológicos han mejorado notablemente en las últimas décadas, más personas superan su diagnóstico pero enfrentan efectos secundarios persistentes del tratamiento, incluida la infertilidad. Actualmente en Inglaterra, más de la mitad de las personas diagnosticadas con cáncer sobreviven 10 años o más, lo que representa una mejora duplicada desde la década de 1980.

La infertilidad resultante del tratamiento oncológico puede provocar depresión, ansiedad y reducción de la calidad de vida. Las guías médicas modernas recomiendan ofrecer a las mujeres asesoramiento especializado en fertilidad y opciones de preservación de la fertilidad antes de iniciar el tratamiento oncológico. La elección entre los diferentes métodos de preservación depende de múltiples factores, incluida la edad de la paciente, el tipo de cáncer y su pronóstico, la reserva ovárica, el régimen de tratamiento y el tiempo disponible de forma segura antes de iniciar el tratamiento.

Esta investigación aborda específicamente una brecha significativa en el conocimiento: cuál de los tres principales métodos de preservación de la fertilidad -vitrificación de ovocitos (criopreservación de ovocitos), criopreservación de embriones o criopreservación de tejido ovárico- ofrece las mejores probabilidades de embarazo exitoso y nacimiento vivo para pacientes oncológicas que posteriormente deseen formar una familia.

Metodología de la investigación

Los investigadores realizaron una revisión sistemática exhaustiva y un metaanálisis siguiendo las directrices PRISMA establecidas. Buscaron en tres bases de datos médicas principales -Embase, Medline y Web of Science- identificando inicialmente 5.308 registros, eliminando 1.270 duplicados, quedando 4.038 entradas únicas para evaluación.

Los criterios de inclusión del estudio fueron específicos y rigurosos. Los investigadores solo incluyeron estudios que involucraban a mujeres en riesgo de infertilidad debido a tratamiento médico que podría dañar las células reproductivas (terapia gonadotóxica), que habían completado uno de los tres procedimientos de criopreservación y que tenían seguimiento documentado que incluía resultados reproductivos. Todos los estudios incluidos debían contener datos originales.

El equipo excluyó estudios donde se intentó el embarazo utilizando métodos distintos a los materiales criopreservados, como ciclos de fecundación in vitro (FIV) en fresco, ovocitos de donante o concepción natural en casos de vitrificación de ovocitos o criopreservación de embriones. También excluyeron enfoques de preservación de la fertilidad que consistían únicamente en cirugía conservadora o supresión ovárica, casos que utilizaban ovocitos madurados in vitro, arreglos de subrogación y preservación relacionada con la transición de género.

Después de un cribado exhaustivo, 38 estudios cumplieron todos los criterios de inclusión y se analizaron en detalle. Estos estudios representaban una mezcla de investigación observacional retrospectiva y prospectiva. La evaluación de calidad utilizando la escala Newcastle-Ottawa encontró que 21 estudios eran de buena calidad, 10 de calidad aceptable y 8 de mala calidad.

El equipo de investigación extrajo datos exhaustivos de cada estudio, incluyendo: número de participantes que completaron la preservación de la fertilidad, edad promedio en el momento de la preservación, método de preservación utilizado, diagnóstico de cáncer, antecedentes de exposición previa a quimioterapia o radioterapia, número de pacientes que regresaron para utilizar sus materiales preservados, número total de procedimientos de transferencia o trasplante, tasas de embarazo clínico, tasas de nacimiento vivo y números de aborto espontáneo.

Resultados detallados: Tasas de embarazo, parto y aborto espontáneo

El análisis incluyó datos de 170 mujeres que regresaron para utilizar ovocitos vitrificados, completando 178 procedimientos de transferencia, y 75 mujeres que regresaron para utilizar embriones criopreservados, completando 102 procedimientos de transferencia. Para la preservación de tejido ovárico, los 550 trasplantes representan el número de cirugías realizadas en lugar de piezas individuales de tejido, ya que algunas mujeres requirieron múltiples cirugías cuando los ciclos menstruales no regresaron o cesaron después de algún tiempo.

Tasas de embarazo clínico: El análisis encontró tasas de embarazo clínico del 34,9% para la vitrificación de ovocitos, del 49,0% para la criopreservación de embriones y del 43,8% para la criopreservación de tejido ovárico. Estos resultados significan que aproximadamente el 35-49% de los procedimientos de transferencia o trasplante resultaron en embarazos confirmados con latido cardíaco fetal detectable. El análisis estadístico no encontró diferencias significativas entre estos tres grupos.

Tasas de nacimiento vivo: Quizás el resultado más importante para las pacientes, las tasas de nacimiento vivo fueron del 25,8% para la vitrificación de ovocitos, del 35,3% para la criopreservación de embriones y del 32,3% para la criopreservación de tejido ovárico. Nuevamente, el análisis estadístico no mostró diferencias significativas entre los tres métodos, indicando que los tres enfoques ofrecen probabilidades similares de tener un bebé con éxito después del tratamiento oncológico.

Tasas de aborto espontáneo: Aquí es donde la investigación encontró una diferencia significativa. Las tasas de aborto espontáneo fueron del 9,2% para la vitrificación de ovocitos, del 16,9% para la criopreservación de embriones y del 7,5% para la criopreservación de tejido ovárico. El análisis reveló significativamente menos abortos espontáneos con la preservación de tejido ovárico en comparación con la preservación de embriones. Este hallazgo es particularmente notable dado que la preservación de tejido ovárico todavía se considera experimental en muchas regiones.

Las pruebas estadísticas de heterogeneidad (variación entre estudios) mostraron metodologías consistentes para los estudios de vitrificación de ovocitos y criopreservación de embriones, pero variación significativa en los estudios de tejido ovárico, lo que es esperable dado que esta técnica es más nueva y las prácticas pueden diferir más entre centros médicos.

Implicaciones clínicas de los hallazgos

Esta investigación proporciona información crucial basada en evidencia para pacientes oncológicas que enfrentan decisiones difíciles sobre la preservación de la fertilidad. El hallazgo más significativo es que los tres métodos ofrecen tasas de éxito similares para lograr embarazo y nacimientos vivos, lo que significa que las pacientes pueden elegir basándose en sus circunstancias personales en lugar de la efectividad percibida.

Para pacientes que no pueden retrasar el tratamiento oncológico, la preservación de tejido ovárico surge como una opción particularmente valiosa. A diferencia de la vitrificación de ovocitos o la criopreservación de embriones, que requieren 2-3 semanas de estimulación ovárica antes de iniciar el tratamiento, la preservación de tejido ovárico no requiere estimulación y puede realizarse inmediatamente. Este método tampoco requiere una pareja masculina o donante de semen, preservando la autonomía reproductiva futura.

La tasa significativamente menor de aborto espontáneo con preservación de tejido ovárico (7,5% comparado con 16,9% con criopreservación de embriones) es una consideración importante, especialmente para pacientes que han experimentado pérdida gestacional o tienen preocupaciones sobre el riesgo de aborto espontáneo. Este hallazgo desafía la percepción de que los métodos de preservación más nuevos son menos efectivos.

Para niñas que no han alcanzado la pubertad, la preservación de tejido ovárico es actualmente la única opción disponible, ya que la vitrificación de ovocitos y la criopreservación de embriones requieren sistemas reproductivos maduros. La investigación confirma que este método puede ofrecer oportunidades futuras de fertilidad para pacientes pediátricas con cáncer.

El hecho de que la preservación de tejido ovárico permita la posibilidad de concepción natural (sin FIV) representa tanto un beneficio emocional como financiero para las pacientes, potencialmente reduciendo los costes sustanciales asociados con los tratamientos de fertilidad después de la recuperación del cáncer.

Limitaciones y consideraciones del estudio

Aunque esta investigación proporciona información valiosa, se deben considerar varias limitaciones al interpretar los resultados. La limitación más significativa es la baja tasa de utilización: solo el 5% de las mujeres con ovocitos vitrificados, el 10% con embriones criopreservados y el 6,7% con tejido ovárico regresaron para utilizar sus materiales preservados. Esto significa que tenemos datos de resultados para solo un pequeño porcentaje de pacientes que se someten a preservación de la fertilidad.

Existen múltiples razones para esta baja tasa de retorno. Muchas pacientes pueden posponer la planificación familiar después del tratamiento oncológico debido a preocupaciones sobre tasas de concepción más bajas y mayor riesgo de parto prematuro al intentar el embarazo poco después de la quimioterapia. A pacientes con ciertos cánceres como el cáncer de mama se les puede recomendar tomar tamoxifeno durante 5-10 años después del diagnóstico, lo que conlleva riesgos de malformación fetal si se toma durante el embarazo.

Los estudios incluidos en este análisis mostraron variación metodológica significativa, particularmente para la preservación de tejido ovárico. Esta técnica todavía está evolucionando, y las prácticas difieren entre centros médicos, lo que puede afectar los resultados. Además, el análisis no pudo tener en cuenta las diferencias en tipos de cáncer o exposición previa a quimioterapia o radioterapia, ya que no todos los estudios reportaron esta información de manera exhaustiva.

Otra consideración importante es el riesgo de reintroducir células cancerosas con el trasplante de tejido ovárico, particularmente para cánceres que metastatizan fácilmente como los cánceres hematológicos y los cánceres de ovario. Este riesgo debe evaluarse cuidadosamente para cada paciente antes de elegir la preservación de tejido ovárico.

Finalmente, la investigación no distinguió entre pacientes que se sometieron a protocolos de estimulación ovárica de inicio controlado versus aleatorio antes de la vitrificación de ovocitos o criopreservación de embriones, aunque evidencia emergente sugiere poca diferencia en los resultados entre estos enfoques.

Recomendaciones para pacientes y próximos pasos

Basándose en estos hallazgos, las pacientes que enfrentan tratamiento oncológico deberían considerar las siguientes recomendaciones al tomar decisiones sobre preservación de la fertilidad:

  1. Discuta todas las opciones con un especialista en fertilidad antes de iniciar el tratamiento oncológico. Las tasas de éxito similares significan que sus circunstancias personales deberían guiar su elección en lugar de la efectividad percibida.
  2. Considere cuidadosamente las limitaciones de tiempo. Si su tratamiento oncológico no puede retrasarse, la preservación de tejido ovárico puede ser su mejor opción ya que no requiere período de estimulación ovárica.
  3. Piense en la planificación familiar futura. Si no tiene pareja o no desea utilizar semen de donante, la vitrificación de ovocitos o la criopreservación de tejido ovárico preservan más autonomía reproductiva que la criopreservación de embriones.
  4. Pregunte sobre los riesgos de aborto espontáneo. Si tiene preocupaciones sobre la pérdida gestacional, la tasa significativamente menor de aborto espontáneo con preservación de tejido ovárico puede influir en su decisión.
  5. Infórmese sobre el estatus experimental. Aunque la preservación de tejido ovárico mostró resultados excelentes, todavía se considera experimental en algunas regiones, lo que puede afectar la cobertura del seguro y la disponibilidad.
  6. Considere el timing a largo plazo. Muchas supervivientes de cáncer esperan años antes de intentar el embarazo debido a los requisitos de seguimiento del tratamiento, así que piense en cómo esto podría afectar sus opciones de preservación.

Las pacientes también deberían preguntar a su equipo médico sobre:

  • La experiencia del centro con cada método de preservación
  • Tasas de éxito específicas para su tipo de cáncer y edad
  • Cualquier riesgo adicional asociado con cada opción
  • Consideraciones financieras y cobertura del seguro
  • Opciones y costes de almacenamiento a largo plazo

Fuente de información

Título original del artículo: "Comparación de los resultados de preservación de la fertilidad en pacientes que criopreservaron ovocitos, embriones o tejido ovárico por indicación médica: revisión sistemática y metaanálisis"

Autores: Bríd Ní Dhonnabháin, M.Sc., Nagla Elfaki, MD., Kyra Fraser, M.Sc., Aviva Petrie, Ph.D., Benjamin P. Jones, M.R.C.O.G., Srdjan Saso, Ph.D., Paul J. Hardiman, Ph.D., y Natalie Getreu, Ph.D.

Publicación: Fertility and Sterility, Volumen 117, Número 6, Junio 2022, Páginas 1266-1276

Nota: Este artículo de divulgación para pacientes se basa en una investigación revisada por pares publicada originalmente en una revista médica científica. Conserva todos los datos numéricos, hallazgos estadísticos y conclusiones del estudio original, al tiempo que hace la información accesible para lectores no médicos.