Elegir entre Quimioterapia Primaria o Cirugía Primaria en el Cáncer de Ovario Avanzado

Elegir entre Quimioterapia Primaria o Cirugía Primaria en el Cáncer de Ovario Avanzado

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Este análisis exhaustivo examina si las pacientes con cáncer de ovario avanzado (estadio IIIC o IV) deben recibir quimioterapia antes de la cirugía o someterse primero a la cirugía. Según múltiples estudios que incluyeron a miles de pacientes, los investigadores hallaron que la selección del tratamiento debe personalizarse en lugar de basarse únicamente en el estadio del cáncer. Las pacientes con enfermedad en estadio IV generalmente se benefician más de la quimioterapia inicial, mientras que aquellas con enfermedad en estadio IIIC pueden tener mejores resultados con la cirugía inicial si es posible lograr una resección tumoral completa. El artículo proporciona criterios específicos para ayudar a determinar el enfoque de tratamiento óptimo para cada paciente individual.

Elección entre quimioterapia inicial o cirugía inicial en el cáncer de ovario avanzado

Tabla de contenidos

Introducción: Comprensión de las opciones de tratamiento

Al recibir el diagnóstico de cáncer de ovario avanzado (específicamente estadio IIIC o IV de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia), las pacientes y sus médicos enfrentan una decisión crucial: ¿debe iniciarse primero la quimioterapia (quimioterapia neoadyuvante seguida de cirugía de intervalos) o debe realizarse primero la cirugía (cirugía primaria de citorreducción seguida de quimioterapia)? Esta cuestión ha sido debatida durante décadas en la comunidad médica, con distintos centros oncológicos defendiendo diferentes enfoques.

La complejidad de esta decisión surge de la necesidad de equilibrar los potenciales beneficios de supervivencia frente a los riesgos quirúrgicos y las consideraciones sobre calidad de vida. El cáncer de ovario avanzado frecuentemente presenta diseminación abdominal extensa, lo que dificulta la resección quirúrgica completa. Algunas pacientes pueden beneficiarse de la quimioterapia para reducir los tumores antes de intentar la cirugía, mientras que otras podrían obtener mejores resultados con la intervención quirúrgica inmediata.

Antecedentes y contexto de la investigación

Investigadores del Instituto Oncológico de Lovaina en Bélgica han estudiado esta cuestión terapéutica durante más de 25 años. Su experiencia comenzó a principios de la década de 1990 y eventualmente condujo al primer ensayo clínico aleatorizado que comparaba estos dos enfoques, publicado en 2010. Este estudio pionero demostró que ambas estrategias de tratamiento resultaban en tasas similares de supervivencia global y supervivencia libre de progresión, pero las pacientes que recibían quimioterapia antes de la cirugía experimentaban menores tasas de complicaciones quirúrgicas.

Estos hallazgos fueron posteriormente confirmados por otro ensayo aleatorizado llamado estudio CHORUS en 2015. A pesar de que estos grandes estudios proporcionaron datos valiosos, la estrategia de tratamiento óptima para pacientes individuales permaneció controvertida dentro de la comunidad oncológica. Diferentes centros oncológicos continuaron prefiriendo distintos enfoques basados en su experiencia institucional y expertise.

Metodología del estudio

El análisis actual examina un amplio estudio retrospectivo realizado por Meyer y colegas que incluyó a 1.538 pacientes con cáncer de ovario estadio IIIC o IV. Estas pacientes recibieron tratamiento en seis instituciones de la National Comprehensive Cancer Network entre 2003 y 2012, proporcionando un conjunto de datos sustancial para el análisis.

Los investigadores utilizaron métodos estadísticos sofisticados, incluyendo emparejamiento por puntaje de propensión, para crear grupos comparables de pacientes que recibieron cada enfoque terapéutico. Esta técnica ayuda a contabilizar las diferencias entre grupos de pacientes que podrían sesgar los resultados. El estudio examinó específicamente cómo cambiaron los patrones de tratamiento después de la publicación del primer ensayo aleatorizado en 2010 y analizó los resultados de supervivencia según el enfoque terapéutico y el estadio del cáncer.

El análisis prestó especial atención a si las pacientes lograban la resección tumoral completa (resección R0) o presentaban enfermedad residual mínima (1 cm o menos remanente). Esta distinción es crítica porque la cantidad de cáncer remanente después de la cirugía impacta significativamente en los resultados de supervivencia en el cáncer de ovario.

Hallazgos detallados de la investigación

La investigación reveló varios patrones importantes. Después de la publicación del primer ensayo aleatorizado en 2010, hubo un aumento significativo en el uso de quimioterapia neoadyuvante (quimioterapia antes de la cirugía). Esto indica que los médicos incorporaban la nueva evidencia a su práctica clínica.

Al examinar los resultados de supervivencia, los investigadores encontraron que las pacientes con enfermedad en estadio IIIC tenían una supervivencia global más corta cuando se trataban con quimioterapia primero en comparación con cirugía primero. Sin embargo, este patrón no se observó en pacientes con estadio IV, donde ambos enfoques mostraron resultados similares. Esto sugiere que el enfoque terapéutico óptimo puede depender del estadio y las características específicas del cáncer.

El análisis también confirmó hallazgos de ensayos aleatorizados previos de que más pacientes lograban resección tumoral completa (resección R0) cuando recibían quimioterapia antes de la cirugía en comparación con la cirugía inicial. Esto se debe a que la quimioterapia puede reducir los tumores, facilitando su extirpación completa durante la cirugía posterior. Sin embargo, las pacientes que presentaban enfermedad residual microscópica o pequeña (1 cm o menos) después de quimioterapia seguida de cirugía tenían una disminución en la supervivencia global en comparación con aquellas que lograban resultados similares con cirugía inicial.

Criterios específicos de selección del tratamiento

Basándose en su extensa investigación, los autores desarrollaron criterios específicos (conocidos como Criterios de Lovaina) para ayudar a determinar qué pacientes deberían recibir quimioterapia primero versus cirugía primero:

Requisitos diagnósticos

  • Biopsia con cáncer epitelial de ovario, trompa o peritoneo confirmado histológicamente (estadio IIIC o IV)
  • O aspiración con aguja fina que demuestre células carcinomatosas en pacientes con masa pélvica sospechosa si la relación CA-125/CEA es mayor de 25
  • Si la relación CA-125/CEA es 25 o menos, se requiere imagen adicional o endoscopia para excluir otros cánceres

Metástasis abdominales que indican quimioterapia primero

  • Afectación de la arteria mesentérica superior
  • Infiltración difusa profunda de la raíz del mesenterio del intestino delgado
  • Carcinomatosis extensa de estómago/intestino delgado que conduciría a síndrome de intestino corto si se reseca
  • Metástasis hepáticas
  • Infiltración de duodeno, páncreas o vasos sanguíneos mayores

Consideraciones sobre metástasis extraabdominales

La mayoría de las metástasis extraabdominales sugieren quimioterapia primero, excepto:

  • Ganglios linfáticos inguinales resecables
  • Ganglios retrocrurales o paracardíacos únicos resecables
  • Líquido pleural con células malignas sin evidencia de tumores pleurales

Factores del paciente que favorecen quimioterapia primero

  • Mal estado general y comorbilidades que impiden cirugía extensa
  • Rechazo de la paciente a medidas de soporte potenciales como transfusiones de sangre o estoma temporal

Criterios para proceder a cirugía después de quimioterapia

  • Ausencia de progresión de la enfermedad durante la quimioterapia
  • La enfermedad extraabdominal muestra respuesta completa o se vuelve resecable
  • Mejoría del estado general que permite esfuerzo quirúrgico máximo

Implicaciones clínicas para las pacientes

Esta investigación proporciona guía crucial para las decisiones de tratamiento en cáncer de ovario avanzado. Los hallazgos sugieren que la mayoría de las pacientes con enfermedad en estadio IV deberían recibir quimioterapia antes de la cirugía, ya que este enfoque ofrece resultados de supervivencia similares con potencialmente menores riesgos quirúrgicos. La quimioterapia ayuda a reducir los tumores en todo el cuerpo, haciendo la cirugía posterior más factible y potencialmente menos extensa.

Para pacientes con enfermedad en estadio IIIC, la decisión es más matizada. Aquellas que pueden lograr resección tumoral completa (resección R0) con riesgo quirúrgico aceptable pueden beneficiarse de cirugía primero. Sin embargo, la selección cuidadosa es esencial, ya que las pacientes con enfermedad extensa que no puede ser completamente extirpada podrían beneficiarse de quimioterapia primero para reducir la carga tumoral.

La investigación enfatiza que la selección del tratamiento debería considerar múltiples factores más allá del estadio del cáncer, incluyendo el patrón específico de diseminación de la enfermedad, la salud general de la paciente y la factibilidad quirúrgica. Técnicas de imagen avanzadas como la resonancia magnética con difusión de cuerpo completo y tomografías por emisión de positrones pueden ayudar a predecir si es achievable la resección quirúrgica completa.

Algunos centros oncológicos utilizan laparoscopia diagnóstica (cirugía mínimamente invasiva para visualizar órganos abdominales) con sistemas de puntuación validados para evaluar la operabilidad antes de comprometerse con cirugía mayor. Este enfoque puede ayudar a determinar si la cirugía inmediata o la quimioterapia primero serían más apropiadas para pacientes individuales.

Limitaciones y consideraciones del estudio

Aunque este análisis proporciona perspectivas valiosas, se deben considerar varias limitaciones. El estudio principal examinado fue retrospectivo, lo que significa que los investigadores revisaron historias clínicas existentes en lugar de asignar tratamientos aleatoriamente. Este enfoque puede introducir sesgos, aunque se utilizaron métodos estadísticos para minimizar estos efectos.

La población de pacientes procedía de centros oncológicos especializados dentro de la National Comprehensive Cancer Network, lo que puede limitar cuán directamente aplicables son estos hallazgos en entornos de hospitales comunitarios. Estos centros típicamente tienen mayor expertise quirúrgico y recursos para manejar casos complejos de cáncer de ovario.

El análisis cubre un largo período de tiempo (2003-2012) durante el cual evolucionaron los estándares de tratamiento y los cuidados de soporte. Los cambios en los regímenes de quimioterapia, técnicas quirúrgicas y cuidados de soporte durante esta década podrían influir en los resultados más allá de la secuencia de tratamiento estudiada.

Adicionalmente, el estudio no pudo contabilizar todos los factores que influyen en las decisiones de tratamiento en la práctica clínica real, incluyendo la preferencia individual del cirujano, los valores de la paciente y el acceso a cuidados especializados. Estos factores no medidos podrían afectar tanto la selección del tratamiento como los resultados.

Recomendaciones para pacientes y próximos pasos

Basándose en esta investigación comprehensiva, las pacientes con cáncer de ovario avanzado deberían:

  1. Buscar atención en centros oncológicos especializados con amplia experiencia en cirugía de cáncer de ovario y planificación de tratamiento multidisciplinario
  2. Someterse a evaluación de estadiaje exhaustiva incluyendo imagen avanzada (TC, RM o PET) para evaluar la extensión de la enfermedad y la factibilidad quirúrgica
  3. Discutir todas las opciones de tratamiento con su equipo médico, incluyendo los beneficios y riesgos potenciales de ambos enfoques (quimioterapia primero y cirugía primero)
  4. Considerar laparoscopia diagnóstica si hay incertidumbre sobre si puede lograrse resección tumoral completa con cirugía inicial
  5. Solicitar derivación a un oncólogo ginecológico específicamente entrenado en el manejo quirúrgico del cáncer de ovario

La investigación futura debería enfocarse en desarrollar mejores métodos para predecir qué pacientes se beneficiarán más de cada enfoque. Esto incluye investigar nuevas técnicas de imagen, pruebas de biomarcadores (como ADN tumoral libre de células en sangre) y sistemas de puntuación validados para personalizar las decisiones de tratamiento. También se necesitan estudios para determinar el número óptimo de ciclos de quimioterapia antes de la cirugía y cómo evaluar mejor la respuesta al tratamiento durante la quimioterapia.

Información de la fuente

Título del artículo original: Cómo seleccionar quimioterapia neoadyuvante o cirugía primaria de citorreducción en pacientes con carcinoma de ovario estadio IIIC o IV

Autores: Ignace B. Vergote, Els Van Nieuwenhuysen y Adriaan Vanderstichele

Afiliación: Instituto Oncológico de Lovaina, KU Leuven, Lovaina, Bélgica

Publicación: Journal of Clinical Oncology, publicación anticipada el 19 de septiembre de 2016

DOI: 10.1200/JCO.2016.69.7458

Este artículo de divulgación para pacientes se basa en investigación revisada por pares y tiene como objetivo hacer accesible la información médica compleja a pacientes formados y sus familias. Consulte siempre con su equipo sanitario para recibir asesoramiento médico personalizado.