¿Qué es la enfermedad del hígado graso no alcohólico? Criterios diagnósticos de la EHGNA. 1

¿Qué es la enfermedad del hígado graso no alcohólico? Criterios diagnósticos de la EHGNA. 1

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El destacado experto en hepatología, Dr. Scott Friedman, MD, explica la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA, o non-alcoholic fatty liver disease, NAFLD) y sus criterios diagnósticos. Detalla la progresión desde la acumulación simple de grasa hasta la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA, o non-alcoholic steatohepatitis, NASH) y la cirrosis, más graves. El Dr. Scott Friedman, MD, analiza la alta prevalencia de la EHGNA, que afecta a aproximadamente un 40% de los estadounidenses. Describe las principales herramientas diagnósticas, incluyendo técnicas de imagen no invasivas como la ecografía y el FibroScan, así como la biopsia hepática, definitiva pero invasiva.

Comprender la enfermedad del hígado graso no alcohólico: diagnóstico y progresión

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¿Qué es la EHGNA?

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es un diagnóstico caracterizado por la acumulación de grasa en las células hepáticas. El Dr. Scott Friedman, MD, hepatólogo de referencia, explica que esta enfermedad está fuertemente asociada con la creciente prevalencia mundial de obesidad. La EHGNA abarca un espectro de daño hepático, que comienza con la esteatosis simple, que es solo acumulación de grasa.

La enfermedad puede progresar a una forma inflamatoria más grave conocida como esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). Esta progresión es un enfoque crítico del diagnóstico y tratamiento.

Prevalencia y perfil del paciente con EHGNA

El Dr. Scott Friedman, MD, destaca la asombrosa prevalencia de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Se estima que aproximadamente el 40% de la población estadounidense tiene algún grado de acumulación de grasa hepática. Si bien la gran mayoría de los pacientes con EHGNA tienen sobrepeso u obesidad, el Dr. Scott Friedman, MD, señala una excepción importante.

Indica que alrededor del 5% de los casos ocurren en individuos delgados, lo que demuestra que el peso corporal no es el único factor de riesgo. Esto hace que la concienciación generalizada y el cribado sean importantes para una amplia población de pacientes.

Progresión a EHNA y cirrosis

La progresión de la EHGNA simple a la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) marca un empeoramiento significativo de la enfermedad. El Dr. Scott Friedman, MD, describe la EHNA como una etapa en la que están presentes inflamación y daño a las células hepáticas (hepatocitos) junto con la grasa. Este daño continuo desencadena una respuesta de cicatrización en el hígado, lo que lleva a la acumulación lenta de tejido cicatricial, un proceso conocido como fibrosis.

El Dr. Scott Friedman, MD, explica que la fibrosis no controlada puede avanzar a cirrosis, una etapa avanzada de la enfermedad hepática caracterizada por cicatrización generalizada y pérdida de la función hepática.

Riesgo de cáncer hepático en la EHGNA avanzada

Una complicación grave de la enfermedad del hígado graso no alcohólico avanzada es el desarrollo de cáncer hepático. El Dr. Scott Friedman, MD, identifica específicamente el carcinoma hepatocelular (CHC) como el tipo principal de cáncer hepático asociado con la EHGNA y la EHNA. Este riesgo está particularmente elevado en pacientes que han progresado a cirrosis.

La aparición de cáncer subraya la necesidad crítica de diagnóstico precoz, monitorización y estrategias de tratamiento efectivas para detener la progresión de la enfermedad antes de que alcance estas etapas avanzadas.

Criterios diagnósticos y pruebas para la EHGNA

Establecer un diagnóstico de enfermedad del hígado graso no alcohólico requiere demostrar la presencia de grasa en el hígado. El Dr. Scott Friedman, MD, describe la vía diagnóstica, que se basa en una combinación de evaluación clínica y pruebas. Un criterio clave es la exclusión del consumo significativo de alcohol, que puede causar un patrón similar de daño hepático.

El Dr. Scott Friedman, MD, señala que el método diagnóstico más definitivo es la biopsia hepática. Este procedimiento invasivo permite a los médicos examinar el tejido hepático directamente bajo microscopio para confirmar grasa, inflamación y fibrosis.

Pruebas diagnósticas no invasivas

Para la mayoría de los pacientes, el diagnóstico comienza con pruebas no invasivas. El Dr. Scott Friedman, MD, detalla varias modalidades de imagen que pueden detectar grasa hepática. Estas incluyen ecografía abdominal, que a menudo es la prueba de primera línea, así como tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM).

El Dr. Friedman también discute el papel de la elastografía transitoria controlada por vibración, comúnmente conocida como FibroScan. Esta tecnología ecográfica especializada mide la rigidez hepática, que sirve como indicador de fibrosis y cicatrización, proporcionando información crucial de estadificación sin necesidad de biopsia.

Transcripción completa

Dr. Anton Titov, MD: Profesor Friedman, ¿qué es la enfermedad del hígado graso no alcohólico?

Dr. Anton Titov, MD: ¿Cuáles son los criterios diagnósticos para ella?

Permítame proporcionar un poco de contexto. Como muchos sabemos, existe una creciente prevalencia de obesidad, y eso se asocia con complicaciones en muchos sistemas, incluidos diabetes, hipertensión, hiperlipidemia, y entre esas también se incluye la posibilidad de acumulación de grasa en el hígado.

La mayoría de los pacientes que tienen enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) tienen sobrepeso u obesidad, aunque puede ocurrir en aproximadamente el 5% de los pacientes en individuos delgados.

Dr. Scott Friedman, MD: Pero la EHGNA o enfermedad del hígado graso no alcohólico se refiere a la presencia de solo grasa o de una etapa más avanzada conocida como esteatohepatitis no alcohólica o EHNA, en la que además de grasa, hay acumulación de inflamación, daño a las células hepáticas y la acumulación lenta pero constante de cicatriz o fibrosis que puede llevar en algunos casos a la enfermedad hepática avanzada conocida como cirrosis.

La EHGNA también puede complicarse, particularmente en etapas avanzadas, por la aparición de cáncer, principalmente carcinoma hepatocelular o cáncer primario de hígado.

Se estima que aproximadamente el 40% de los estadounidenses tienen algún grado de grasa en su hígado. Por supuesto, la mayoría solo tiene grasa, pero probablemente alrededor del 20 al 25% de ese 40% tienen EHNA también.

Y por lo tanto es un problema muy prevalente. A menudo pasa desapercibido incluso para los médicos, y mucho menos para los pacientes. Y presagia un riesgo creciente de enfermedad hepática avanzada si no comenzamos a comprenderla y tratarla efectivamente.

Dr. Anton Titov, MD: ¿Existen criterios diagnósticos específicos y las pruebas diagnósticas clave que se realizan para identificar la EHGNA clínica?

Dr. Scott Friedman, MD: Sí, existen tanto pruebas no invasivas como más invasivas que pueden establecer la presencia de EHGNA. Debido a que la EHGNA requiere la presencia de grasa, existen varias pruebas de imagen, particularmente ecografía.

Pero también resonancia magnética (RM) y tomografía computarizada (TC) que pueden identificar grasa en el hígado. Hay otras pruebas conocidas como FibroScan, que pueden detectar de forma no invasiva la rigidez en el hígado que sugeriría que puede haber alguna cicatrización temprana.

Y por supuesto, la forma más definitiva e invasiva de diagnosticar la EHGNA, que no se realiza en la mayoría de los pacientes, es la biopsia hepática.

Pero en circunstancias donde nos preocupa el estadio de la enfermedad, o no estamos completamente convencidos de que sea EHGNA, entonces podemos realizar una biopsia hepática y observar el tejido bajo el microscopio.